«Células, células, células». Es el mensaje incansable de Robert Sackstein, biólogo, médico, profesor emérito de la Universidad de Harvard, docente, especialista en trasplante de médula e investigador con terapia celular. «Una eminencia, un hombre del renacimiento», como le conocen en el mundo científico. Tutorizado en su formación por el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1990, Edward Donnall Thomas, Sackstein llenó ayer el Paraninfo de la Universidad de Veterinaria de especialistas que asistieron a la conferencia magistral que ofreció dentro del Simposio Avances en Terapia Celular, organizado por el Ibiomed (Instituto de Biomedicina. Universidad de León), dirigido por José Luis Mauriz, y la Fundación Leonesa Pro-Neurociencias, con el doctor José Cosamalón al frente. Además, Sackstein está muy vinculado a León. Su abuelo, Luis Guerrero Valle, era de Villafranca del Bierzo. «Él puso en mi mente la misión de ayudar al ser humano, quizás por esa vinculación que hay en Villafranca del Bierzo con al Camino de Santiago». Sackstein defiende que para la obtención de las células no hacen falta institutos científicos en cada provincia. «Podemos obtener las células en cualquier lugar, en una clínica o en un cuarto, mandarlo a un centro para cultivarlas y expandirlas in vitro y después congelarlas hasta que las necesites. Las células se pueden obtener antes de que el tejido esté dañado. Si tengo en la familia personas con enfermedades cardíacas, es posible obtener células del corazón de la persona cuando es más joven, hacer crecer las células, mantenerlas, y en el futuro, en treinta o cuarenta años, cuando lo necesite, podemos poner las células en ese tejido para repararlo. —¿Eso significaría disponer de muchos biobancos para la conservación de las células? —Sí, pero el biobanco puede estar centralizado en un lugar, no hace falta un biobanco en cada sitio, y en el minuto en el que se necesita ¡bingo!, ya está el tratamiento. —¿Biobancos públicos o privados? —Públicos, porque mantenerlos va a costar mucho dinero. —¿Usted cree que la sanidad pública en España está ahora en condiciones de afrontar ese reto? —Pienso que sí, si analizas el gastos de dinero que ocasionan las enfermedades. España gasta cinco mil millones de euros cada año para tratar el problema de la osteoroposis, por ejemplo. Si reclutamos las células que hay dentro de los huesos que sirven para reparar y producir más huesos, entonces ese problema se acaba. —¿Pero para eso tendríamos que saber qué enfermedades futuras vamos a padecer?
—Seguramente vamos a vivir muchos más de los que vivimos actualmente. Vamos a tener enfermedades en casi todos los tejidos, por la vejez. —¿Entonces habría que conservar células de todos nuestros tejidos? —Hay unas células, que son las células madre mesenquimales, que empujan a las células que hay dentro del tejido a que abran los ojos y empiecen a crecer otra vez. En Estados Unidos las llamamos nurse cell, células enfermeras. Estas células las podemos cultivar ahora y después introducirlas en el flujo sanguíneo para que lleguen a los tejidos dañados. Utilizando este tipo de células es posible que no necesitemos conservar células de cada órgano. —¿Introducirlas en el flujo sanguíneo una vez que ya ha aparecido la enfermedad o para prevenirla? —Puede ser para las dos cosas. —Eso significa que se utiliza la célula como un medicamento —Sí, eso es. Muchos años antes de que te detecten la osteoporosis hay osteopenia, el hueso ya está debilitado y hay riesgo de fractura. Sabemos que la osteoporisis está en marcha cinco años antes de que se detecte. Es posible obtener la célula madre mesenquimal del hueso antes de que llegue el punto en que tienes realmente osteoporosis. Podemos prevenirla. —Si con la terapia celular se curan las enfermedades. ¿Cuál es la causa de que no esté mucho más avanzada la investigación y todavía estén en fase básica? —Hay un grupo en Murcia que tiene un estudio muy avanzado. Acaba de cumplir la fase 1, que es la fase en la que hay que asegurar que el tratamiento no hace daño a la persona. La fase 2 es para ver si hay un poco de eficiencia en el tratamiento y ya hay resultados que nos dicen que sí mejoran las personas con osteoporosis. El problema es que tenemos que forzar a las empresas para empezar a hacer los tratamientos utilizando células. El desafío es que las células van a curar, pero ellos tienen medicamentos para tratar. Es difícil decir, pero lo digo con todo el respeto, si yo ahora a un presidente de una empresa que hace fármacos para tratar personas con osteoporosis le digo que haga un fármaco para curarla, para esa empresa será un desafío para el que no tendrá retornos en la inversión que hecho en tecnología, para finalmente curar. ¿Qué va a pasar con toda mi inversión?, dirán. Debemos tener vínculos entre lo público y lo privado, entre las empresas y los gobiernos, para utilizar células para curar. —Esto significaría acabar con toda una industria farmacéutica tal y como está concebida y que ahora representa un importante factor económico. —Pero si podemos mantener la salud, el ser humano puede trabajar, pueden producir económicamente durante más tiempo y no tenemos que gastar tanto dinero tratando a personas que no viven bien porque la calidad de la vida que consiguen no es buena. —¿Tiene una fecha aproximada de cuándo se podrá alcanzar ese objetivo? —Con la osteoporosis mañana mismo. —¿Y con el resto de enfermedades? —Vamos a empezar con algo. Yo no puedo decir tiempos en este momento para otras enfermedades. Hay investigaciones muy avanzadas que necesitan el apoyo del gobierno para mantenerse y crecer. Habría que preguntar a los gobiernos si quieren mantener la salud de las personas. La osteoporosis es una enfermedad de la vejez, que la sufren mujeres diez años antes que los hombres porque pierden los estrógenos, que impulsan la capacidad de las células madre mesenquimales a hacer osteoblastos, que son las células que hacen el hueso. Pero los hombres también tiene su menopausia, se llama andropausia, con la bajada de los niveles de testosterona y también empieza la osteoporosis. —¿Enfermedades neurodegenerativas como el párkinson o el alzhéimer también tendrían solución con las tratamientos de terapia celular? cer, pero después están las enfermedades neurodegenerativas,con medicamentos para toda la vida. —¿Qué posibilidades de futuro tienen los investigadores de León en la terapia celular? —Yo voy a ayudar a León. Tenemos aquí suficiente talento y conocimiento, pero necesita a personas que saben cómo obtener consensos para avanzar. En León no hay una Facultad de Medicina y entonces se hace muy difícil vincular la preclínica y la clínica, pero yo puedo ayudar a las partes para avanzar en la investigación con terapia celular. Facultad de Medicina «Voy a ayudar a León. Lo tiene más difícil porque no hay Facultad de Medicina, pero hay mucho talento» Inversión «Hay trabajos avanzados. Hay que preguntar a los gobiernos si quieren la salud de las personas» es propio para las células normales. El problema es que el cáncer tiene procesos para evitar el sistema inmunológico y atacar. Pero podemos cambiar la fórmula de las células en su conocimiento del antígeno y esas células podemos cultivarlas y ponerlas al propio paciente y curan el cáncer. Ya hay tratamientos, lo hacen en todo el mundo. Se llama células CART para curar leucemias,mielomas, linfomas y van a tener oportunidades en el cáncer de mama y pulmón. Células, células, células. Las empresas tienen el deseo de curar el cán- —Sí. —¿Ciencia ficción ahora o realidad en un futuro? —Realidad (muy sorprendido). Yo no hago nada para ficción, mi vida no está en un sueño, esto es realidad. Mi lucha es para convencer a las empresas de que pueden hacer más por el ser humano. —Aparte de la osteoporosis, qué otras investigaciones están avanzadas? —Utilizando células curamos cánceres. Cada cáncer tiene en su membrana antígenos que el sistema inmunológico sabe que no es propio para las células normales. El problema es que el cáncer tiene procesos para evitar el sistema inmunológico y atacar. Pero podemos cambiar la fórmula de las células en su conocimiento del antígeno y esas células podemos cultivarlas y ponerlas al propio paciente y curan el cáncer. Ya hay tratamientos, lo hacen en todo el mundo. Se llama células CART para curar leucemias,mielomas, linfomas y van a tener oportunidades en el cáncer de mama y pulmón. Células, células, células. Las empresas tienen el deseo de curar el cáncer, pero después están las enfermedades neurodegenerativas,con medicamentos para toda la vida. —¿Qué posibilidades de futuro tienen los investigadores de León en la terapia celular? —Yo voy a ayudar a León. Tenemos aquí suficiente talento y conocimiento, pero necesita a personas que saben cómo obtener consensos para avanzar. En León no hay una Facultad de Medicina y entonces se hace muy difícil vincular la preclínica y la clínica, pero yo puedo ayudar a las partes para avanzar en la investigación con terapia celular.
Fuente: Diario de León