Investigadores de León desarrollan minicerebros

Comienza este jueves la primera conferencia del ciclo ‘La neurociencia de ayer y de hoy’, dedicado a Ramón y Cajal
Científicos de la Universidad de León desarrollan mini cerebros «no pensantes» a partir de células madre para investigar enfermedades neurodegenerativas. La profesora de la Universidad de León e investigadora del Instituto de Biomedicina, Carmen Marín, avanzó esta mañana «el gran salto» para la investigación del cerebro que supone el diseño los modelos que recrean en el laboratorio pequeños órganos cerebrales que simulan «algo semejante, aunque nunca igual» a cómo se desarrolla un cerebro. «Llevamos tiempo estudiando el gen p73, que tiene un papel fundamental en la estructuración de la morfogénesis del cerebro. Hasta ahora siempre habíamos estudiado como modelo un ratón que no tenía este gen. Ahora el siguiente paso para estudiar qué pasar en el cerebro humano y estamos desarrollando modelos trimensionales a partir de células madre humanas para generar organoides cerebrales, que nos permite verla estructuración de una forma muy semejante a lo que pasa en el cerebro humano». Esta avance permitirá conocer más sobre las enfermedades neurodegenerativas, encontrar nuevos fármacos y reducir el número de animales para investigación. En el laboratorio se cultivan las células troncales humanas, se modifican genéticamente para convertirlos en organoides. «Llevamos un año realizando el protocolo de identificación e investigación y vemos los cambios en el proceso». Las bases de todo el conocimiento de la neurociencia moderna la introdujo el científico español Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina en 1906 por su trabajo sobre la estructura del sistema nervioso. Sus hallazgos, sus dibujos y sus aportaciones al conocimiento de las neuronas y su funcionamiento están siendo desarrolladas y confirmadas por la ciencia actual gracias a la utilización de la tecnología. «Creo que la población general es poco consciente de la gran aportación que supuso para la neurociencia la investigación de Ramón y Cajal», asegura el neurocirujano presidente de la Fundación Leonesa Pro Neurociencias, José Cosamalón, en una rueda de prensa para presentar el ciclo de conferencias La neurociencia de ayer y de hoy que comienzan este jueves en León. El ciclo comienza con una conferencia sobre Santiago Ramón y Cajal: embriólogo y anatomista, a cargo de José A. Vega Álvarez, del departamento de Morfología y Biología Celular de la Universidad de Oviedo, El jueves, 4 de mayo, será la segunda conferencia a cargo de Víctor Borrel Franco, del Instituto de Neurociencias de Alicante, que abordará el Desarrollo Cerebral, cien años después de Cajal. La tercera conferencia correrá a cargo de Isabel Fariñas Gómez, del departamento de Biología Celular, Biología Funcional y Antropología Física de la Universidad de Valencia. Gómez hablará de La única duda de Cajal: neurogénesis adulta. El ciclo se cierra el 18 de mayo con la conferencia sobre Nuevas tecnologías para el estudio del cerebro: Cajal y el proyecto Blue Brain, a cargo de Javier de Pelipe, director del Laboratorio Cajal de Circuitos Corticales del Instituto Cajal y Centro de Tecnología Biomédica de Madrid. Todas las conferencias tendrán lugar la sala Gordón Ordás del Albéitar de la Universidad de León a las 19.00 horas. El comité organizador está formado por Carmen Marín, del departamento de Biología Molecular y Laboratorio de Diferenciación Celular. Imiomed; Vega Villar Suárez, del departamento de Medicina, Cirugía y Anatomía Veterinaria, secretaria del Ibiomed; y José Cosamalón, del Instituto de Biomedicina y la Fundación Leonesa Pro.Neurociencias. Calidad y no cantidad La científica Carmen Marín defendió la investigación «de calidad y con pocos medios» que hacen el 90% de los científicos pese a las información de posibles fraudes documentales para conseguir más números de publicaciones de las investigaciones y un mayor posicionamiento de las universidades. «Hay que pedirle a los políticos que cambien el sistema de los barómetros para que los científicos para medir sus méritos. No hay que medir tanto el número de publicaciones que se tienen sino el avance y la repercusión de lo que se investiga. Entre nosotros los científicos nos valoramos por nuestras aportaciones, no por el número de publicaciones que se hacen. Hay que decirle a los políticos que tienen que revisar las evaluaciones para acreditar y premiar la carrera investigadora».
Fuente: Diario de León